Huyendo hacia ninguna parte

    Esta es una historia llena de aventuras en las que el autor narra sus propias experiencias, así como las vividas por personas conocidas por él en su época de emigrante en Francia, pero que se unen como vividas por el protagonista: un joven que de forma dramática se ve forzado a desertar del ejército español, acuartelado en la frontera, tras un violento enfrentamiento al repeler la brutal agresión de un suboficial al que deja malherido.

    En ella se cuenta cómo se desarrolla la huida y su recorrido clandestino por casi todo el territorio francés, de sur a norte, en un devenir en el que tiene que afrontar la situación peligrosa de la posibilidad de ser descubierto por la policía francesa, y que, en el caso de ser expulsado a su país, podría enfrentarse, con seguridad, a un juicio militar y a una posible pena de muerte, cosa permisible en el tiempo que ocurrió la historia, alrededor de mil novecientos cincuenta y pico más.

    Sin duda, la novela está llena de cierta dosis de exageración de los acontecimientos, unido a que en su día parte de ellas fueron contadas con la fantasía propia de quienes la vivieron, en algunos casos más imaginación que realidad, por lo que solo hay que tomarla como una novela que quiere cubrir el papel de entretenimiento para lo que se escriben la mayoría de ellas.

    También el autor da su toque erótico, tan afín a su narrativa habitual, la misma que impregna en todas sus otras obras.